La presente semana tomé vacaciones como arquitecto y como blogger del Mendoza Cool Cero. Sigo sin poder dejar de darle al Quintana bajo la lluvia, es una adicción. Son mis vacaciones. No hubo otra. T
uve que quedarme en Mendoza por razones de clima natural para el Oeste (las nevadas en cordillera) y por el clima social al Este (el quilombo del campo)

Aquí en Mendoza Citi nos han invadido los niños, socorro, sálvese quien pueda. Los padres, a asumir el compromiso, que yo lo hice a su tiempo y fui a ver cuanto títere suelto andaba por ahí con mis dos niñas.
Como tenían una diferencia de 11 años entre ellas, a ver, 11 más 11: 22 años padre full de plaza y calesita. Después laburé de papá consejero y amigo un montón de años más y los que vendrán hasta el infinito punto Cero.
Las pibas tienen mayoría de edad y vuelo propio. Bien o mal, la misión está cumplida. Lo raro es que cuando ando por ahí todavía me doy vuelta cuando alguien grita ¡ Papá !
Caro, mandame foto tuya con onda, dale, parexe mentira, asturianita, dale más bola a tu imágen pública, espero pronta respuesta, que me ví obligado a poner sólo a la otra (la de la canastita, ya sabés...)
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