martes, 27 de mayo de 2008

LA CUBA ERÓTICA DE LUIS RAMIREZ


Un amigo me comentó que en Cuba, no se sabe bien porque, (la raza, la temperatura, el socialismo que se va pero se queda?) la cuestión erótica se ha mantenido siempre vigente. Interesado como cualquiera en los asuntos del corazón, ejem..., conocí por la red la obra de Luis Ramirez. Cuando el amigo de marras estuvo en la isla, el hombre ya era un mito de las artes de la reproducción humana.

He podido acceder a su última obra, pero ésta toma otros rumbos. Aunque se trata de una larga entrevista a Efraín Loyola, un tío de casi cien años que todavía toca maravillosamente bien la flauta, sin dudas un caso, no es lo que nos interesa por el momento. Como gran metáfora, vale pero ahí. Voy a seguir la cacería.

En cuanto tenga el material pulenta de Don Luis, les hago una entrada, con todo respeto, en homenaje al Eros del Lagarto Verde. (Chicos de las nuevas generaciones interesadas en asuntos de la libido, tranquilos, no es una exótica técnica amatoria, así se le dice a Cuba, el lagarto es por la forma, entendés? y lo del verde es porque es verde. El término es muy sesentoso? Bueno, Paz, Amor y Música.)

Aquí está el texto de CUBA AHORA, REVISTA INFORMATIVA, que más alá de lo literarios, destila conceptos importantes
Durante los últimos quince años, los libros de fuerte contenido sexual han aumentado en alrededor del 400 por ciento en el planeta; en su mayoría materiales literarios escritos por autores occidentales.

Pero, en lo particular, lo que más me molesta de ese tipo de producción seudo literaria es la afrenta cotidiana de la cual resulta víctima la mujer, tratada no ya siquiera como mero instrumento de placer u objeto, sino como un verdadero animal doméstico encargado de ubicar al macho en el papel absoluto de rey de un parque jurásico del sexo, donde ellas son pobres criaturas tomadas para usar y tirar a conveniencia, siempre a gusto del consumidor dominante que las victimiza y conduce al plano de la humillación.

La literatura erótica del escritor cienfueguero Luís Ramírez, sin embargo, se mueve en otra cuerda: en una donde las relaciones carnales se proyectan hacia formas de contacto sexual mucho más ordinarias y naturales, y en que la mujer resulta justipreciada y puesta en el sitio primordial que ocupa en la cadena ero-evolutiva. Esto no impide que el escritor, ocasionalmente, suelte la cuerda de este corcel de sensaciones literalmente seminales en que puede convertirse a ratos la literatura erótica masculina y apele a lances zoofílicos...Más en QUINTANÁPOLIS

No hay comentarios: