lunes, 18 de mayo de 2009

Philip K. DicK y el cine de Si Fi

CARLOS GAMERO HACE UNA RECORRIDA CINEMATOGRAFICA POR LOS GRANDES TEMAS DE LA OBRA DE DICK (EL DOBLE, LAS REPLICAS, LAS REALIDADES POSIBLES Y EL MUNDO REAL DESPLAZADO POR UNO VIRTUAL): 1) LA REPLICANTE DARYL HANNAH EN BLADE RUNNER, DE RIDLEY SCOTT; 2) SCHWARZEGGER EN TOTAL RECALL DE PAUL VERHOEVEN; 3) UNO DE LOS PRECOGNITORS DE LA MINORITY REPORT DE SPIELBERG; 4) KEANUE REEVES EN A SCANNER DARKLY, DE LINKLATER.

La realidad no es la única verdad: No es necesario argumentar que todo el cine de ciencia ficción que importa, de los ’80 a esta parte, consta de adaptaciones de la obra de Philip K. Dick; basta con enumerar:

La serie empieza con Blade Runner (1984) la película de Ridley Scott que les señalaría el rumbo a todas las siguientes; sigue con la también clásica Total Recall (1990) de Paul Verhoeven (conocida entre nosotros como El vengador del futuro) Minority Report (2002) de Stephen Spielberg y A Scanner Darkly (2006) de Richard Linklater, sin dejar por el camino a las menos influyentes Screamers (1995) e Impostor (2001), Paycheck (2003) de John Woo y la más reciente Next (2007), de Lee Tamahori.

A éstas se agregan dos adaptaciones no reconocidas: The Truman Show (1998) de Peter Weir, inspirada por Tiempo desarticulado (1959) y Abre los ojos (1997) de Alejandro Amenábar, que incorpora muchos elementos de Ubik (1969). Las películas que no están basadas en ninguna obra de Dick en particular, pero que resultarían impensables sin el universo ficcional que éstas construyeron, incluyen a las dos primeras Terminator (1984 y 1991) de Cameron, la tres Matrix (1999 y 2003) de los hermanos Wachowski, eXisTenZ (1999) de David Cronenberg, e Inteligencia artificial (2001) de Spielberg.

Sería cuestionable este recurso de justificar a un escritor a partir de las adaptaciones cinematográficas de su obra, si no se tratara de este escritor, y de este género en particular. Desde su invención, el cine se ha convertido en el medio “natural” de la ciencia ficción; el que mejor acomoda sus recursos formales (todos esos gadgets que resultan tan ridículos cuando son nombrados y tan atractivos cuando meramente vistos) y vehicula sus efectos sociales: en literatura, la ciencia ficción no ha dejado de ser un subgénero para fans y freaks, mientras que las pantallas grandes o chicas han logrado convertirla en un género mainstream, y es a través de éstas que ha entrado en la imaginación colectiva y contribuido a modelar nuestro mundo. Pero éste, además, era un escritor descuidado, obligado a escribir rápido, por poca plata, para un público poco exigente; de no ser por el cine, nunca hubiera pasado de mero autor de culto.

Por Carlos Gamerro, para suplemento Radar de Página 12

No hay comentarios: